jueves, 27 de agosto de 2020

Y ME FUI A VER A PUMAS AL BERNABÉU

Era el 2004. En aquellos ayeres era yo muy fanático del futbol soccer. Era un declarado y abierto seguidor de los Pumas de la UNAM en México y del Real Madrid en España. Fue una época en la que prácticamente cada 15 días iba con mi papá y mis mejores amigos al estadio de Ciudad Universitaria.  

Recuerdo perfectamente que un día por la tarde/noche venía de regreso del trabajo a casa, escuchando el noticiario nocturno y cuando llegó el momento de la sección de deportes, abrieron diciendo que se rumoreaba fuertemente que el Real Madrid estaría invitando ese año a jugar el trofeo Santiago Bernabeú a los Pumas de México al mítico estadio del Paseo de la Castellana.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. No lo podía creer. Tengo el recuerdo nítido del momento preciso. Tuve incluso que orillarme sobre Calzada del Hueso para digerir lo que acaba de escuchar. ¿Mis dos equipos del alma enfrentándose? Eso era una cosa de una sola vez en la vida y que muy difícilmente se podría volver a repetir. 

La invitación se estaba fraguando ya que Hugo Sánchez, aquélla gran estrella del equipo merengue durante la década de los 80's y principios de los 90's era el Director Técnico del equipo Universitario y su ex compañero de equipo y amigo, Emilio "el buitre" Butragueño acababa de ser nombrado vicepresidente deportivo del equipo Madrileño.

Recuerdo haber llegado a casa con un chutazo de emoción a contarle a mi papá. Una parte de mí quería salir corriendo a investigar como podría comprar boletos y viajar a Madrid a presenciar el partido. Otra parte, la objetiva, seria y sensata, que desgraciadamente predomina en mí, me decía que fuera prudente, que unos meses antes, en Abril de ese mismo año, había viajado con mi camarada a Europa a un crucero por las islas griegas, a París, a Reino Unido y a Bélgica en un viaje de más de 3 semanas. Era un poco loco regresar a Europa tan solo 4 meses después y con el gasto que eso implicaba. Además ya me había acabado mis vacaciones disponibles de ese año en el trabajo. ¿Qué hacer?

Pasaron los días y la noticia se confirmó. El 31 de agosto del 2004 los Pumas de México estarían en el terreno del Santiago Bernabéu disputando el trofeo con el mismo nombre. 




La emoción me volvió a invadir, yo tenía que estar ahí de alguna u otra forma. Las preguntas comenzaron a llenar mi cabeza. ¿Quién me podría acompañar? ¿Cómo podría conseguir entradas? (Esto fue en 2004, nada se conseguía desde un smartphone como hoy) ¿Cómo podría conseguir más vacaciones en el trabajo? No tenía las respuestas pero ya lo había decidido: iba a estar en ese partido.

Comencé a cabildear entre mis amigos quien pudiera o quisiera acompañarme. Sin embargo, empecé a toparme con pared. "¿Estás loco?" me dijo alguno. "No tengo dinero" me dijo otro. "Yo ni le voy a Pumas" comentó alguno más. "Pero si acabas de estar en Europa" sentenció el último. La emoción empezó a decaer. Mi sueño empezaba a desmoronarse. No encontraba a ningún otro loco que estuviera dispuesto a acompañarme en esta aventura.

"Claro, pensé. "¿A quién se le ocurre tremenda locura?" Recuerdo haber llegado a casa bastante cabizbajo y mi padre que me conocía como nadie en este mundo, me preguntó que me pasaba. Le comenté que nadie podía o quería ir conmigo, así que lo más seguro era que no fuera. Y me contestó de la manera más contundente posible y que quedó grabada en mí para siempre: ¡Pues vete solo!

Hasta ese momento jamás me había planteado la posibilidad de hacer un viaje solo y menos a Europa, siempre había viajado acompañado de familiares o de amigos, sin embargo, en ese momento la idea empezó a tomar fuerza y forma en mi cabeza.

Por casualidad (o causalidad), a los pocos días me fui con mi papá a Veracruz a visitar a mi abuelo que vivió en el puerto jarocho los últimos años de su vida. En algún momento de una tarde cualquiera sentados en su sala, mi papá sacó el tema del viaje y le comentó  que yo no me animaba a ir porque nadie quería viajar conmigo y porque ya había tomado mis vacaciones y todas esas telarañas que tenía en mi cabeza. Mi abuelo sereno, volteó y me dijo con esa sabiduría que solamente los abuelos tienen y me dijo: "¿Tienes el dinero? ¿Tienes el tiempo y tienes las ganas? Pues no lo pienses más y vete! Eso es lo único que te vas a llevar a la tumba cuando te vayas de este mundo, así que no lo pienses más hijo y ve". Nunca olvidaré ese momento y esas palabras.


La última foto que me tomé con mi abuelo


Regresando a la ciudad de México, comencé todos los preparativos. Le pedí permiso a mi entonces jefa de tomarme unos días adicionales de vacaciones y me dijo que sí. Contacté a una vieja amiga propietaria de una agencia de viajes para ver si ellos podían conseguirme boletos para el partido y la respuesta fue que sí. Ellos me vendían todo el paquete, avión, hotel y entrada para el partido. "Curiosamente" todo se estaba alineando. A los pocos días tenía todo listo para irme solamente 4 días única y exclusivamente para ver el partido. 

Viajé a Madrid completamente solo en el vuelo 6400 de  Iberia el domingo 29 de Agosto, me hospedé 3 noches en el hotel H10 Villa de la Reina en el número 22 de la Gran Vía, en pleno centro de la capital española. El lunes 30 lo dediqué a recorrer Madrid y disfrutar del Museo del Prado y del Reina Sofía en donde me quedé horas admirando una de mis pinturas favoritas: El Guernica de Picasso. Caminé, comí, bebí y disfruté la capital española a mi ritmo y sin prisas, sin tener que ajustarme a la agenda de nadie más que la mía. En la noche me fui a echar cañitas en diferentes bares cercanos a la Puerta del Sol con mi tío Pepe y mi tía Rocío a quienes me encontré por "casualidad" (una más) en el museo del Prado ese día más temprano. Y fuimos a cenar un exquisito cochinillo al restaurante el Botín (el restaurante más antiguo del mundo según el récord Guiness).

Llegó el martes 31 y día del partido. Como mi corazón estaba partido, me puse la camiseta del Real Madrid y encima la de Pumas. Instalado en mi butaca prácticamente en el medio del campo, ví como salieron a calentar ambos equipos. Camacho, el director técnico del Madrid, subestimó al "pobre" equipo mexicano y salió a jugar sin varios titulares. Pumas por el contrario salió con cuadro de lujo. Ese que le permitió ser el primer bicampeón de torneos cortos del futbol mexicano.  Inició el partido y Pumas se fue con todo, era su oportunidad de hacer historia y no dejaban hacer nada al equipo blanco.

De repente, Hugo Sánchez salió del banquillo a dar instrucciones y absolutamente todo el Bernabéu empezó a corear al unísono el grito de “¡Hugo, Hugo, Hugo!”. Simplemente impresionante. Al verse rebasado en la cancha, Camacho dio la instrucción a los galácticos de calentar, así que a unos cuantos metros de mí ví alistarse a Beckham, a Figo y a Zidane, quienes entraron a jugar minutos más tarde.

Al minuto 70, Israel Castro por el costado derecho (justo del lado que yo estaba en el estadio) a las afueras del área hizo una pared con el uruguayo Diego Alonso, quien regresó de primera y Castro sin pensarlo, la prendió con parte externa en un tiro cruzado maravilloso que terminó al fondo de la portería defendida en esa ocasión por César. Un golazo de niveles galácticos y que a la postre le dio el trofeo al equipo mexicano. Marcador final: Real Madrid 0 – Pumas 1. Histórico.

Esta historia la recuerdo con mucho cariño, por el viaje en sí, por la tremenda experiencia de viajar solo y asistir al partido pero creo que más por las palabras y enseñanzas tanto de mi padre como de mi abuelo. Quienes me enseñaron que la vida hay que vivirla. Que no hay que detenerse. Que hay que aventarse y que no hay que depender de nadie para hacer las cosas. Si quieres hacer algo, hazlo. Si alguien se quiere unir excelente, pero si no, eso no puede detenerte. Al final lo vivido es lo único que nos vamos a llevar el día que termine nuestro paso por este mundo. Colecciona momentos, no cosas. Hoy se cumplen 16 años de esta experiencia y la guardo en lo más íntimo de mi corazón. Y sí, es de las cosas que me voy a llevar a la tumba. Gracias pa y abuelo por incitarme a hacerlo. Creo que nunca les agradecí lo suficiente. Vaya hasta donde estén un tremendo y cariñoso: ¡Gracias!

¡Hala Madrid y Goya!


Pumas levantando el trofeo en el centro del campo y abajo mi boleto de entrada.

miércoles, 22 de julio de 2020

LA CARTERA DE MI ABUELO



En 1928, mi abuelo materno, Juan María Saenz de la Maza Ranero, a sus 14 años dejó su natal Santander para viajar a América. Su madre lo acompañó al puerto para despedirlo. Le regaló la cartera que aparece en la foto a la que le cosió una medallita de Cristo y le metió una imagen de la Virgen de la Caridad para que lo cuidara. El barco zarpó y a lo lejos quedó su España querida y su madre, a quien nunca más volvió a ver. Hoy tengo esta joya de cartera que está por cumplir un siglo, gracias a mi madre.

Por cierto, en Illescas, celebran a la Virgen de la Caridad cada 11 de marzo, día en que la Xime y yo nos casamos sin conocer la historia detrás. Creo que es una señal de que el abuelo nos cuida desde arriba así como la misma Virgen que lo cuidó a él.


lunes, 27 de abril de 2020

EL DÍA QUE CONOCÍ A MESSI


Era diciembre del 2004. Estábamos en Barcelona, España. Mi mejor amigo Carlos, su esposa Normita y yo habíamos ido a visitar a mi entrañable amigo Armando Neria, a quien habían mandado a la ciudad condal como corresponsal del periódico deportivo Récord siguiendo los pasos del mexicano Rafa Márquez, quien en aquél momento, formaba parte de la escuadra blaugrana. 

El 21 de diciembre, el Barca del holandés Frank Rijkaard jugaba contra el Levante del alemán Bernd Schuster. Sí, el mismo Schuster que había jugado en el Real Madrid con Hugo Sánchez. Unos días antes, ese diciembre, la FIFA le había dado el trofeo como mejor jugador del 2004 a Ronaldinho. El maravilloso número 10 del equipo culé. El que hacía magia en el terreno de juego.Y nosotros estábamos ahí y teníamos la posibilidad de ver en vivo al mejor jugador del mundo, así que nos dimos a la tarea de conseguir boletos para el partido. Armando evidentemente tenía pase de prensa, pero nosotros no. Eran otros tiempos y los boletos no se compraban desde el celular como hoy. Así que tuvimos que ir  a las taquillas del Camp Nou. 

Justo antes de llegar a preguntar, nos interceptó la versión catalana de Pedro Picapiedra. Un tipo gordo, grande y con una gran sonrisa.”¿Quieren entradas eh?” Nos preguntó. “Yo les ofrezco boletos a menor precio que los oficiales” dijo muy seguro de sí mismo. Dudamos. Pero por arrebato, por pena,  por miedo o por las ganas locas de ver a Ronaldinho, le dijimos que sí. Creo recordar que le dimos la mitad del precio acordado y quedamos de vernos minutos antes de que empezara el encuentro a las afueras del estadio para pagar el resto, recibir los boletos e ingresar al partido. Nos fuimos con más dudas que certezas. “Seguro nos robó” dijo alguien. “¿Cómo puede ser que nos venda los boletos más baratos que en taquilla? Preguntó alguien más. “Somos unos pendejos” pensé yo. Ese día nos fuimos al Park Güell a pasar la tarde. El ánimo en el grupo no era el mejor. Nos habían robado. Era evidente. Nosotros, habitantes de la Ciudad de México, acostumbrados a las tranzas y a los robos y ¿ habíamos caído en una trampa tán fácil?”. No nos lo perdonábamos. Nos fuimos caminando desde el parque hasta el departamento de Armando. Quien aseguraba que ya en un par de cuadras llegábamos. Y pasaba el tiempo y pasaban las cuadras y nada. -“Ya es aquí, en nada llegamos” -volvía a decir Armando-.   Y volvían a pasar los minutos y las cuadras. Después de no se cuanto tiempo y no se cuantas cuadras, finalmente llegamos. Agotados. Hartos y convencidos de que además, habíamos sido estafados. Nos sentamos a tomar algo. “¿Vamos en la noche al estadio a confirmar el hurto o ya mejor nos damos por vencidos y vemos el partido por televisión?” -Era la pregunta que rondaba en el aire-. Después de mucho pensar y debatir, decidimos ir. Total, no perdíamos nada más que el dinero que ya habíamos dado. Así que tomamos la Línea 3 del metro y nos bajamos en la estación Palau Reial.

Anduvimos unos 10 minutos a pie hasta llegar al lugar acordado. Nada de nuestro vendedor. Compramos unos churros rellenos en un puesto callejero buscando hacer tiempo. Nada. Caminamos a lo largo de toda la calle para ver si lo encontrábamos. Nada aún. Regresamos al punto acordado. Ni sus luces. El inicio del partido estaba encima. El robo se había confirmado. Nos dimos la media vuelta y enfilamos de regreso a la estación de metro. Tristes por haber sido engañados, robados y por habernos quedado a tan pocos metros de ver al Barca y al mejor jugador del mundo. Íbamos ya dispuestos a dejar el barrio de Les Corts, cuando de repente, ya dando todo por perdido, escuchamos un grito a nuestras espaldas -“Hey chicos”- voltéamos y ahí estaba. Era el vendedor de boletos. -“Una disculpa, pero se me ha hecho tarde, les presento a mi viejo”- dijo. Todos nos voltéamos a ver sorprendidos. Sonreímos. No lo podíamos creer. Lo habíamos logrado. Sacó de la bolsa de su cazadora de mezcilla azul clara 3 tarjetas. 3 abonos de temporada, cada uno con foto. Nos dió una tarjeta a cada uno e instrucciones precisas. “Estos son abonos de gente que no vino al partido” – “Ustedes los van a entregar pero no volteen a ver a los ojos a las personas de la entrada” “Es más, agachen la cabeza mejor”.   “Una vez adentro, cuando lo hayamos logrado me pagan la diferencia”. No lo podíamos creer nuevamente. No nos habían robado pero ahora podríamos acabar en la cárcel.
Con miedo, Carlos, Normita y yo hicimos lo que nos dijo. Armando huyó con su pase de prensa.  Recuerdo que yo tomé el carnet en mi mano izquierda. La mano derecha la guardé en la bolsa de mi chamarra roja. Me puse mi gorro para el frío, escondí media cara por debajo de la bufanda y me formé. Los 3 en filas diferentes.  Poco a poco fue avanzando la gente. Me pareció una eternidad. Yo ya me imaginaba hablando a mi padre para que fuera a sacarme de prisión. Llegó el momento. Entregué el abono temblando. Hundí más la cara en la bufanda. Sudaba a pesar del frío. Estoy seguro que el tipo de la entrada ni me volteó a ver. O probablemente sí y únicamente le causé risa porque no dijo absolutamente nada. Ya adentró busqué por todas partes a mis cómplices. Y ahí estábamos. Adentro los 3. Saldo blanco. Ningún detenido. Finalmente lo habíamos logrado. Estábamos adentro del Camp Nou.

Pagamos la diferencia que teníamos pendiente con nuestro dealer de boletos. Caminamos junto con él y su viejo a los lugares. Todos juntos y felices como una familia de delincuentes después de haber consumado un atraco.  Eran unos súper lugares. Nivel de hasta abajo justo atrás de la banca del Barcelona. A 20 metros de los jugadores suplentes.

Antes del inicio del partido salieron todos los jugadores. Ronaldinho encabezando la fila. En sus manos llevaba el trofeo que le acababa de dar la FIFA como mejor jugador del 2004. El astro brasileño dirigió unas palabras a toda la afición culé. Básicamente dedicando el premio a todos y cada uno de los presentes.   Nosotros incluídos evidentemente. Mi amigo Carlos era gran aficionado del Barca en aquéllos ayeres. Así  que no daba crédito a lo que estábamos viviendo. Yo tampoco. A pesar de ser fanático del Real Madrid. Estábamos en uno de los mejores estadios del mundo y Ronaldinho nos acababa de dedicar y agradecer su premio. Nada podía ser mejor.

Inició el partido. El Barca era una aplanadora. Pero en ese partido empezó a  acusar el cansancio de media temporada. De 13 victorias en 17 partidos. Le vendría de perlas el descanso navideño.  El primer tiempo acabó apenas 1 -0 a favor del equipo local con un gol de Alexis al minuto 28. Poco que contar a casa durante la primera parte. El árbitro pitó el final y los equipos se iban al descanso.   Armando bajó del palco de prensa para compartir con nosotros durante el medio tiempo. Aprovechamos para comprar un bocata de jamón y una cerveza Estrella Damm.

Pasaron los minutos. Saltaron los jugadores nuevamente a la cancha. Al final, siempre más rezagados los jugadores suplentes comenzaron a tomar sus lugares en la banca que teníamos a unos cuantos metros enfrente de nosotros.  De repente se escuchó a lo lejos un grito –“Armando”- No hicimos caso y seguimos platicando. Nuevamente se escuchó –“Armando”- No era nuestra imaginación. Alguien le gritaba a mi amigo.  Volteamos para todos lados pero no logramos ubicar de donde venían los gritos. Un tercer grito ahora más fuerte –“Armando”- de repente, todos volteamos a la banca del Barca. Justo de ahí venían los gritos.  Cuando lo ubicamos con la mirada, un niño suplente del Barcelona simplemente levantó la mano y la agitó saludando con muchas ganas a mi amigo quien de manera educada le devolvió el saludo. Después del saludo, el chaval se guardó finalmente en la banca y tomó su lugar. “¿Quién es?” - le preguntamos a Armando. “Es un chico de 17 años de las básicas del Barca que juega simplemente espectacular. Ese chaval la va a romper”. Dijo Armando. Era un chaval que jugaba con el número 30 en los dorsales en el 2004 cuando le dieron el premio a Ronaldinho como mejor jugador del mundo. Su nombre: Lionel Messi.
 
Con Ronaldinho, mejor jugador del mundo 2004.





jueves, 2 de agosto de 2018

Y regresé a NYC!

Después de cerca de 5 años, regresé finalmente a la Gran Manzana. Mi objetivo en este viaje era tratar de hacer cosas que nunca había hecho y conocer nuevos lugares. Les platico un poco de las cosas nuevas que encontré en esta hermosa ciudad que siempre tiene algo nuevo que ofrecer.

DUMBO / BROOKLYN

Nunca había visitado esta zona. Ya tenía algún tiempo escuchando muchas cosas y había visto muchas veces en las diferentes redes sociales la ya tradicional foto en el spot más famoso de la zona con el puente de Manhattan de fondo. Así que decidí visitarlo en esta ocasión.

DUMBO es un acrónimo de Down Under the Manhattan Bridge Overpass y es una de las zonas que más auge han tomado en últimas fechas. Mucha gente se está mudando a Brooklyn y por ende la zona se encuentra en plena efervescencia.

La ya tradicional foto en DUMBO


Aunque durante muchos años fue una zona portuaria bastante degradada, en los últimos años se ha puesto muy de moda en Nueva York, sobre todo entre artistas, y se ha llenado de edificios reconstruidos y galerías de arte, creándose ahora una zona muy segura, a la que muchos llaman el Nuevo Soho, en donde se puede disfrutar de un precioso paseo mientras observamos Manhattan. Además, las vistas que se obtienen tanto del puente de Brooklyn como del de Manhattan son espectaculares.

Cualquier calle de la zona

Fui en Marzo y hacía bastante frío, incluso un par de días antes de mi llegada había nevado, así que el clima no acompañaba, sin embargo, en verano y otoño, debe ser una gran zona para el disfrute. Sentarse a tomar algo en alguna terraza, o incluso hasta un picnic en alguno de los tantos spots con vistas maravillosas de la Gran Manzana.


PUENTE DE BROOKLYN

Un clásico al visitar NYC, sin embargo, yo nunca lo había hecho. Aprovechamos nuestra visita a DUMBO y después de comer una deliciosa hamburguesa en Shake Shack, decidimos atravesarlo caminando. Uno de los spots y lugares icónicos de la Gran Manzana. Lugar para hacer muy buenas fotos con excelentes vistas de Manhattan.

Atravesar caminando el Brooklyn bridge es un clásico

Manhattan desde Brooklyn Bridge


CHELSEA MARKET

Construido dentro de lo que fue la fábrica de galletas Nabisco (aquí se inventaron las Oreo en 1912) hoy es un lugar muy interesante, mezcla entre mercado y food hall, en él puedes encontrar cualquier tipo de comida, desde pizzas y tacos, hasta restaurantes elegantes como Morimoto, pasando por Noodles, Langosta, Pasteles y cafés. Se pueden encontrar también librería con recuerdos de NYC, tiendas de productos Gourmet,  utensilios de cocina y tiendas de artesanos que exponen sus creaciones. Un buen lugar para ir a comer, además está junto a High Line Park, así que se pueden matar dos pájaros de un tiro y visitar ambos lugares en una tarde.







HIGH LINE PARK

Un parque relativamente nuevo (se terminó en 2014) está construido sobre una antigua vía de tren elevada, lo cual lo hace un espacio único. Mide alrededor de 2 kms y va desde Gansevoort Street hasta la calle 34, atravesando los barrios de Meatpacking District y Chelsea.

Rascacielos en construcción en la parte Norte


En la parte Sur puedes encontrar el Museo de Arte Whitney así como el Chelsea Market que comentamos en el punto anterior.




Se recomienda recorrerlo todo, ya sea de Sur a Norte o de Norte a Sur, pero hacerlo todo  te tomará alrededor de una hora. No se puede subir con bicicletas o patinetas, es un espacio pensado para caminarse. El horario en invierno es de 7am a 7pm. Diferentes manifestaciones de arte se encontrarán a lo largo del recorrido, desde murales hasta esculturas de diferentes artistas. Es un espacio gratuito y abierto a todo el mundo.

Espacio para manifestaciones artísticas


La parte Norte atraviesa una zona más moderna y se pueden encontrar muchos rascacielos, algunos de ellos todavía en construcción. Al igual que Central Park, creo que son como un remanso en medio de la locura que puede llegar a ser esta ciudad. Lugar imperdible si no has ido.

Encontrarás detalles por todo el recorrido

ONE WORLD OBSERVATORY

La última vez que había estado en la Gran Manzana, el nuevo World Trade Center, estaba en construcción, después de los condenables atentados del 9/11. En esta ocasión no podía dejar de conocerlo. Compramos desde antes por internet los boletos y de esta manera elijes día y hora y con ello puedes evitar filas. El boleto por persona está en 34USD.


El costo me parece un poco alto, además si quieres tener la "experiencia completa" es necesario que pagues 15USD adicionales para rentar una tablet que te ayuda a que la experiencia sea interactiva (yo no la renté).

Sin duda grandes vistas de Manhattan y sus alrededores.  La experiencia del elevador y la llegada es lo que más vale la pena. Te toma alrededor de una hora visitarlo.

Grandes vistas de NYC
El edificio per se es majestuoso!


9/11 MEMORIAL

Justo abajo del One World Observatory se encuentra el Memorial del 9/11, respetando el lugar original que en su momento tuvieron las Torres Gemelas, hoy se encuentran dos grandes fuentes. A su alrededor, en cada una de ellas, se pueden leer todos los nombres de las personas que murieron en los atentados. Ví que en algunos nombres había una rosa blanca, ahí me enteré que las ponen en los nombres de las personas que ese día cumplirían años. Me pareció un gran gesto. El lugar es gratuito, aunque se pueden pagar algunas visitas guiadas. Me parece que no vale la pena. El lugar por sí mismo es muy impactante y me parece que no requiere de mayores explicaciones.

Lugar con una "energía" muy especial
OCULUS

En Marzo del 2016 se inauguró entre mucha polémica, la llamada "Estación de Metro más cara del mundo" diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, creador entre otras obras del Puente de la Mujer en Buenos Aires Argentina, la Torre de Comunicaciones de Montjuic en Barcelona y la Ciudad de las Artes y Ciencias en Valencia, España.

Además de la estación del metro que une a 11 líneas diferentes, hoy se encuentra un gran Centro Comercial y restaurantes.

La construcción para mí es impresionante. Vale la pena darse una vuelta y conocerla.


El Oculus está justo al lado del One World Trade Center
MUSEO 9/11

Creo que aquí mi opinión puede causar algunas molestias. Sin duda el lugar está muy bien puesto, es súper grande y es impactante. Ver de primera mano, parte de los restos tanto de los equipos de rescate, como de las estructuras mismas de las hoy extintas torres gemelas, de los aviones que se convirtieron en armas letales, es una experiencia muy fuerte e incluso pudiera llegar a ser desgarradora para mucha gente. Sin embargo, para mi muy particular punto de vista me parece demasiado, ver en docenas de televisiones las grabaciones originales de los muchos noticieros que en su momento estuvieran cubriendo la nota, escuchar cientos de grabaciones de gente despidiéndose desde los aviones o desde oficinas del WTC, ver restos ensangrentados, fotos de gente sufriendo, la cronología casi segundo a segundo de lo que hicieron los secuestradores y como fue que llevaron a cabo su maléfico plan me parece, perdón, una oda al morbo. No tengo la menor duda que es un evento que cambió la historia del mundo en el que vivimos, sin duda, hay un antes y un después del 9/11 y que fue un hecho totalmente lamentable y condenable, para mi muy particular opinión, el museo es demasiado, a la mitad del recorrido ya me quería salir, me pareció demasiado tendencioso incluso. Insisto, está extremadamente bien puesto, y creo que vale la pena ir y conocerlo y ya. En términos generales no me gustó. La entrada por persona vale 26 USD y recomiendo ampliamente comprar sus boletos con anticipación, con ello se evitarán una buena fila. Por respeto casi no tomé fotos al interior.





RESTAURANTE MAREA

Quienes han tenido la oportunidad de leer algunos de mis posts anteriores, saben que me encanta eso de la "comedera" y que trato siempre de regalarme por lo menos una muy buena comida o cena en algún lugar de renombre. En esta ocasión y dado que estábamos celebrando nuestro aniversario no podía ser la excepción. El lugar al que decidimos ir fue el Restaurante Marea. El Chef Michael White y su equipo nos invitan a saborear su interpretación de los mariscos a la italiana. En el 2018 fue premiado con 2 estrellas Michelin y realmente ese fue el punto que nos hizo elegirlo. Y vaya que no nos equivocamos en la elección. Gran lugar! Sin duda es necesario que reserven con anticipación. El lugar por supuesto que no es barato pero vale toda la pena si tienen una ocasión especial que celebrar o si simplemente quieren consentir a sus sentidos. Aunque son platos de temporada, recomiendo ampliamente el Tonno (Atún cola amarilla con cebolla primavera y alcachofa crocante) de entrada y de platos principales "Terra e Mare" (Guanciale, Langosta, Limón y Jitomate) y el "Garganelli" (Pasta Casera, Trufas y Parmesano). Un verdadero Manjar!

Garganelli

Terra e Mare

Xime y yo brindando en Marea

En fin, esto fue lo que hice diferente en esta ocasión en la Gran Manzana. No cabe duda que cada vez que tengo la oportunidad de visitarla, una parte de mi corazón se queda en ella. Es una ciudad fascinante!






lunes, 21 de septiembre de 2015

Las Vegas: Un oasis en medio del desierto


Patitas viajeras en el aeropuerto McCarran


Situada en medio del desierto de Mojave y nacida de la nada, hoy Las Vegas es una ciudad que ofrece de todo y para todos los bolsillos. Sus cerca de 160,000 habitaciones de hotel, la convierten en uno de los principales destinos turísticos de los Estados Unidos y del mundo.  Tan solo la esquina en donde se encuentra el hotel MGM Grand tiene más cuartos de hotel que todo Cancún. (Dato proporcionado por mi querido amigo Edgar, vaya usted a saber si sea cierto!)

Le dicen la Ciudad del Pecado, y el sobrenombre se debe a que están permitidas las apuestas, beber alcohol en la vía pública y ejercer la prostitución, en realidad es una ciudad  tan desmadrosa o tan familiar como tú quieras vivirla.

Cualquiera que sea el plan en el que vayas creo que las siguientes  cosas  no deberías de perdértelas.

Ir a un show

Las Vegas es famosa por la cantidad de shows que se presentan a diario. Debe ser la ciudad que presenta la mayor cantidad de espectáculos de manera simultánea en el mundo. Desde shows de magia, Stand up comedy, conciertos, striptease (para ellas y ellos), circo, musicales estilo Broadway, shows de series de televisión... de todo!

Hoy día, hablar de shows en esta ciudad es sinónimo del Cirque Du Soleil. Esta espectacular compañía canadiense tiene nada más y nada menos que 8 shows residentes en Las Vegas. Yo me declaro su fan total y he tenido la fortuna de ver 3 de sus shows acá: "Love", un espectáculo en donde el verdadero protagonista es la música de los Beatles, los fanáticos del cuarteto de Liverpool  no podemos dejar de verlo, no es tan espectacular en términos de acrobacias, marometas y efectos especiales, pero la música y la forma como la presentan, te puede transportar tan lejos que a más de uno se le saldrá alguna lagrimita.

Love @ Hotel Mirage. Agosto 2013

"O". ¿Se imaginan un escenario de un teatro que se inunda y se hace alberca?. ¿Un escenario en donde de repente empieza a llover y de repente se quita y se seca completamente?. Pues eso y más te lo ofrece este espectáculo. Impresionante por donde se le vea. Las acrobacias, piruetas, actos circenses, la música y el escenario mismo te dejarán con la boca abierta. Imperdible!

"Ká". Impresionante también. Un show que desafía las leyes de la gravedad. El escenario se mueve de tal forma que lo que era el piso queda como una pared, pero los actores siguen en ella haciendo sus representaciones. La escena de la batalla final en esa pared es espectacular.

Saliendo de Ká @ MGM Grand. Abril 2014

Otro  show que no es del Cirque Du Soleil pero está a la altura, es "Le Reve" en el hotel Wynn, este show está dirigido por Franco Dragone, quien también creara en su momento "O". Una representación que te dejará con la boca abierta. Creo que es el show que más me ha gustado en Las Vegas. Tiene un escenario de un millón de galones de agua que al igual que "O" se seca y se vuelve a llenar. Los actores, vuelan, nadan, aparecen y desaparecen del escenario. Alguna vez escuché la pregunta: "¿Cuándo fue la última vez que algo te hizo decir WOW?"... En mi caso, puedo contestar sin dudar que cuando fui a ver Le Reve...

Teatro acuático de Le Reve @ Hotel Wynn. Septiembre 2015

El otro show que he tenido la oportunidad de ver y que me encantó, más por un tema como de re conexión con mi infancia, fue el de "David Copperfield". El considerado mayor ilusionista de todos los tiempos me impactó desde que ví uno de sus shows en la tele cuando yo era un niño. Se presentó varias veces en México pero nunca tuve oportunidad de ir a verlo. Así que a mis treinta y tantos años no dudé cuando me propusieron que fuéramos. Sentado en  primera fila del teatro del hotel MGM volví a quedar maravillado y por casi dos horas, a ese asiento volvió el pequeño Iván que hace mucho se fue, con los ojos abiertos como platos, igualito que hace muchos años.  Además de aparecer y desparecer cosas en el escenario, al menos a mí, logró transportarme en el tiempo.




Apostemos

Si vas a Las Vegas y no apuestas unos cuantos dolarucos, tu viaje no estaría completo. Yo no soy particularmente fan del juego y la apuesta. Sin embargo, debo de confesar que cada vez que tengo la oportunidad de estar allá, como que le agarro más sabor y me divierto más. Las primeras veces solo jugaba un poco en las máquinitas para no decir que no jugué. Poco a poco y en compañía de mi queridísimo amigo Memo Chavero, le empecé a agarrar gustito a la Ruleta, aunque cada que juego los croupiers me regañan: todavía no agarres, no te recargues en el vidrio, ahí no puedes poner las fichas... jajajaja... Aún así me divierto mucho cuando intentamos "Robarle a la Ruleta lo que nos robó" y aunque generalmente acabas sin un centavo, pagas por un rato de risas! La última vez le entramos un poquito al Black Jack y también estuvo bien padre. Hay muchos mitos sobre los casinos de Las Vegas, entre ellos que  sueltan oxigeno para mantenerte despierto y apuestes más. No lo sé, lo que sí sé, es que te la pasas a todo dar, 1) jugando y 2) viendo a la gente jugar!

Ganamos!!!!!!!!

Ir a una pool party

Estas fiestas en la alberca también son harto famosas en la Ciudad del Pecado. Muchos hoteles las ofrecen. Suelen tener a DJ's famosos y se vuelven la locura total. No son nada baratas, así que lo ideal es contactar a gente de Relaciones Públicas de los hoteles para que te anoten en las listas de invitados y te ahorres una lana. Depende del DJ que esté programado pero andan entre los 100 y 150 USD de puro cover. Más lo que consumas adentro. Yo solamente he ido a "Wet Republic" del Hotel MGM que es en donde generalmente nos hospedamos y nos tocó ver a Calvin Harris. Estuvo increíble y me divertí como enano! La mayoría de la gente, incluyéndome, sale medio fumigada la verdad.  Eso sí, todos los salvavidas y gente de seguridad están súper atentos para evitar que la gente se pase de lanza o que las cosas se suban de tono y se salgan de control. Empiezan como a las 12 y, sin excepción, a las 6 de la tarde se termina y sacan a todos.


Calvin Harris tocando en "Wet Republic"

Desayunar, comer y cenar como rey

Los que ya me han leído, podrán comprobar que  me gusta harto eso de la tragadera. Y no puedo evitar darme mis lujitos de vez en cuando. Como dije al principio de esta entrada, Las Vegas ofrece de todo y para todos los bolsillos. Puedes aventarte desde una hamburguesa en un Mc Donalds o un hot dog en Nathan's por unos pocos dólares, hasta darte un festín de sultán en alguno de los maravillosos restaurantes que hay allá.

Para el desayuno tienes opciones económicas como Denny's (que en lo personal me encanta) o Ihop. Y tienes las opciones  más caras de brunch en diferentes hoteles con unos buffetes espectaculares. Si vas en fin de semana tienes la opción de ponerle alcohol al almuerzo. Conozco el brunch del Hotel Wynn y el del Aria. Aunque los dos están increíbles y con estaciones de comida de todo tipo: Asiática, Mediterránea, Hindú, Fish market, Carnes, Italiana, Postres, etc. Me quedo con el Hotel Wynn. El precio promedio del buffet con alcohol anda en los 60USD por persona. Así que a desquitarlo con ganas!

Patitas viajeras en el Hotel Wynn


En mi experiencia, la hora de la comida en Las Vegas es como una cosa difusa, ya sea porque  te agarra en la alberca o caminando en la calle, o porque la mayor parte de la gente se desvela y se despierta tarde a almorzar y vuelve a comer hasta la cena. Pero si eres de esos que sí quiere hacer las tres comidas, tienes muchas opciones de fast food y te puedes aventar una buena hamburguesa, una pizza o unas papas solamente para aguantar hasta la noche.

Y para la cena, ay papá! Ahí sí me dejo ir como gorda en tobogán. Las opciones son muchísimas y muy variadas.

Nobu. Como ya comenté en algún otro post, de mis restaurantes favoritos del mundo. Este maravilloso restaurante japonés  tiene acá dos sucursales, el primero que abrió está en el Hotel Hard Rock y hace un par de años acaban de abrir uno en el Hotel Caesars Palace. Tengo la fortuna de conocer ambos y mi opinión en este restaurante está muy sesgada porque me encanta. Me atrevería a decir que puedo agarrar el menú y con los ojos cerrados señalar un platillo y seguro llegará una maravilla a mi mesa que me encantará.

NOBU Caesars Palace

Aureole. Del chef Charlie Palmer. En el hotel Mandalay Bay  Al igual que su sucursal de Nueva York, ofrece una carta interesante con platillos internacionales. Lo extraordinario de la sucursal de Las Vegas es la cava de vinos que tienen. Literal es como una torre con paredes de acrílico al centro del restaurante  y para poder entrar por una botella, el sommelier tiene que descolgarse desde arriba con un arnés. Para no desentonar con la ciudad, te ofrecen un espectáculo en cada cena!





Galaguer's En el Hotel New York, New York. Gran restaurante de carnes. Para pedir un buen corte y una buena copa de vino.



Gordon Ramsay Steak.  El famosísimo  chef británico tiene varios restaurantes en esta ciudad. Este es el más formal, por llamarlo de alguna manera y está en el hotel París. Su signature dish es el Beef Wellington, así que no dejen de pedirlo y antes una sopita inglesa de cebolla. (a diferencia de la francesa, le ponen cerveza negra) Simplemente delicioso todo! También tuve oportunidad de darle una probada al Bone-in Rib eye de 32 onzas y al Bone-in New York. Todo espectacular. (si piden alguno de estos dos últimos asegúrense de o no comer nada en la tarde o llevar sal de uvas en la bolsa porque son enormes y he visto como "revientan" al más tragón)

Beef Wellington @ Ramsay Steak


Gordon Ramsay Burgr El lugar "barato" de Ramsay. Caro comparado con cualquier otra hamburguesa de la ciudad pero muy buenas. Está en el Planet Hollywood.



Joe's Seafood, Prime Steak & Stone Crab.  Simplemente me encanta. El original está en Chicago y no lo conozco, pero la sucursal de Las Vegas estuvo espectacular. Probé unos crab cakes, pedí Stone crab y un bone-in rib eye de 24 onzas que te morías, literal se te deshacía en la boca. Está en el mall del Caesars Palace. Les juro que hasta salivé de acordarme.


Caminar por el strip y conocer los hoteles

La famosa calle "Las Vegas Boulevard" es mundialmente conocida como "The Strip" Con apenas 6.5 kms de longitud, es aquí en donde se concentran la mayoría de las atracciones, hoteles, casinos, restaurantes, bares, antros, teatros, tiendas, luces y mucha diversión. Y aunque poco a poco la ciudad ha ido creciendo y  algunos hoteles se han ido ubicando hacia atrás de esta avenida, la verdad, el Strip es el corazón de Las Vegas y resulta indispensable dedicarle tiempo a recorrerlo caminando. Con multimillonarios hoteles temáticos, parte de tu viaje, (por lo menos de las primeras veces que vas) hay que dedicarla a caminar y a meterse a los hoteles a conocerlos, cada hotel en sí mismo es como una ciudad y una atracción. Castillos medievales, Pirámides egipcias, Islas de tesoro, Volcanes, Barcos pirata, Ruinas romanas, París, Nueva York y Venecia entre otros, conviven en estos pocos kilómetros. Además la vida está en la calle. Indispensable salir a caminarla. Por lo menos una vez hay que ir a ver el show de las fuentes del Bellagio. Se presenta cada hora.



Ir al Viejo Las Vegas

La calle Fremont representa la parte antigua de Las Vegas y fue en donde todo empezó con el casino Golden Nugget. Hoy, sin duda, ha sido dejada atrás  por el Strip y toda la actividad que allá hay, pero vale la pena darse una vueltita nomás por conocer. De preferencia ir en la noche para ver  el Fremont Street Experience. Hay una parte de la calle que está techada y el techo es una especie de pantalla de leds en donde cada determinado tiempo hacen una proyección con música y diversas escenas que evocan Las Vegas y está padre. En mi experiencia vale la pena ir, caminar, tomarse un trago en alguno de los casinos, restaurantes o centros nocturnos que hay, ver el espectáculo de la pantalla  y regresarse. Sin duda no es mi parte favorita, pero merece la pena ir a conocer.



El shopping

Como he dicho en otros posts,  no soy particularmente fan de ir de compras pero para los amantes de esta actividad, las opciones que tienen son muchas. Sobre el strip y adentro de los hoteles hay cualquier cantidad de centros comerciales en donde puedes encontrar las mejores marcas, tiendas y boutiques. Si quieres ahorrarte algunos dólares, también hay dos outlets bastante cerca, el del Norte y el del Sur. Ambos tienen buenas marcas y a buenos precios como cualquier outlet de los Estados Unidos. Puedes irte en taxi o en casi todos los hoteles salen shuttles cada determinado tiempo. Por ejemplo, un taxi del hotel MGM al outlet del Sur te cobra como 15 USD.

Fashion Show Mall

Acá les dejo un video que preparé de la última vez que estuve por allá hace un par de semanas.

https://www.youtube.com/watch?v=uRRVoXNYMTk


Me parece que Las Vegas es una ciudad que todo mundo debería de visitar por lo menos una vez en la vida, aunque no te guste jugar, porque es una ciudad que te ofrece cosas mucho más allá de las apuestas. Constantemente se está renovando. Y hay espectáculos que únicamente acá se podrán ver, así que vale la pena dedicarle unos 3 días, conocer, ver un par de buenos shows,  consentirse con unas buenas cenitas y apostar unos dolaritos que en una de esas te retiras de trabajar! Y no lo olviden: Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas...

martes, 18 de agosto de 2015

Estambul: Con una patita en Europa y otra en Asia.

Patitas viajeras en la Mezquita Azul

Se encuentra ubicada a orillas del Bósforo, estrecho que separa físicamente Europa y Asia, lo que le confiere el privilegio de ser la única ciudad del mundo que pertenece a dos continentes. Nos encontramos, sin duda, ante uno de los lugares más fascinantes del planeta. Una ciudad llena de contrastes, culturas, sonidos, colores, sabores, olores. Mágica y maravillosamente caótica, muy occidental para ser asiática y demasiado oriental para ser europea. Iglesias, mezquitas, palacios y sinagogas conviven en perfecta armonía dotando a la ciudad de una belleza muy singular y característica. Bienvenidos a Estambul!

Estambul es Bizancio y Constantinopla. Es occidente y oriente. La ciudad de Santa Sofia, la Mezquita Azul y Solimán el Magnifico, el Gran Bazar y los palacios Topkapi y Dolmabahçe. La ciudad del Bósforo, el cuerno de Oro, la torre Gálata y las siete colinas. La ciudad del Hotel Pera Palace y del otrora lujoso Expreso de Oriente que la unía con París.


Llegar a esta ciudad desde México no es rápido. No existe un vuelo directo, así que forzosamente hay que hacer alguna escala. Yo volé por KLM, así que la mía fue en Amsterdam. Desde que llegué al aeropuerto de la Ciudad de México, hasta que finalmente entré en mi habitación en Estambul, pasaron nada más 23 horas. ¿Pesado? Sin duda. Pero una vez que te das cuenta la fascinante ciudad a la que llegaste, confirmas que valió la pena el viaje tan largo. 

Llegué de madrugada. Así que fui directo a la cama a dormir. A las 6 de la mañana me despertó una de las cosas que más me impresionaron de este viaje: el llamado a oración desde las Mezquitas. Así me recibió la ciudad. Es el primer recuerdo que tengo de ella.  En sus minaretes hay bocinas desde donde con cánticos llaman a todos los musulmanes a rezo. Esto sucede 5 veces al día.  Impresionante en verdad! No exagero al decir que cada vez que sucedía  me recorría el cuerpo un escalofrío difícil de olvidar.

Acá les dejo un videito que grabé para que se den una idea de lo que les hablo.


La segunda cosa que particularmente me impactó fue ver a mujeres vestidas con burka y más aún aquéllas que  ni los ojos muestran. Esas que tienen  una especie de red que no permite que se les vea absolutamente nada. Verlas me generaba un sentimiento indescriptible. Finalmente para nosotros es algo completamente ajeno. Como dije al principio de este post, Estambul es una ciudad de contrastes. Ves a mujeres con burka sentadas al lado de jóvenes con botas y minifalda y maquilladas hasta los pies. Oriente y Occidente conviven en cada esquina.



Me hospedé en el “Hotel Seraglio”  (http://seragliohotel.com/ ) en el corazón de la ciudad, en el barrio de Sultanahmet. Literalmente a unos pasos de La Mezquita Azul y de Santa Sofía. Excelente opción de alojamiento por la calidez de la atención y por la excelente ubicación. Mi habitación era súper amplia.

Entrando al Hotel Seraglio


Por alguna extraña razón, desde hacía mucho tiempo me llamaba poderosamente la atención conocer esta ciudad y en particular la Mezquita Azul. Entrar en ella fue cumplir un sueño. Fue construida para competir con la misma Meca, por eso tiene 6 minaretes y no los tradicionales 4. Esto generó ciertos conflictos y por ello a la mezquita de Arabia se le construyó un séptimo minarete. El templo se ha ganado la fama de su color porque es predominante en los 20,000 azulejos que la decoran en su interior. Como en cualquier mezquita para entrar es necesario descalzarse y las mujeres cubrirse la cabeza y los hombros. Una vez que estás adentro es como transportarte en el tiempo. Al esplendor del Imperio Otomano. Es un lugar místico y mágico. Un lugar atemporal. Un lugar cargado de energía y de historia. Superó, y por mucho, mis expectativas. Durante la hora de rezo no se permite la entrada a los turistas.

Mezquita Azul
Interior de la Mezquita


Separada de la Mezquita Azul por un jardín, está Santa Sofia. El símbolo de Estambul. Construida en el siglo VI, sirvió primero como catedral ortodoxa, luego en el siglo XIII fungió algunos años como catedral católica y después de la conquista de Constantinopla  por los Otomanos fue transformada en Mezquita. Actualmente es un museo.  Su interior es sobrecogedor. De entrada por su grandes dimensiones. Por su iluminación. Por su decoración. Es un lugar totalmente ecléctico. Con vestigios de cada una de sus etapas hoy es como un monumento del sincretismo religioso. Al lado de una imagen de Jesús te encuentras símbolos musulmanes. Son famosos sus mosaicos, el más, en el que se ve al emperador Constantino adorando a Jesús. Majestuosa sería la palabra que yo utilizaría para describirla!  

Santa Sofía desde afuera

Acá su interior

Si quieren darse una idea muy clara de la vidita que se daban los sultanes allá entre los siglos XV y XIX, no pueden dejar de visitar el Palacio de Topkapi. Hoy convertido en uno de los museos más extraordinarios del mundo en mi opinión. Me gustó mucho "El Tesoro", en donde se pueden ver entre muchas otras cosas, un diamante de 86 quilates y la Daga de Topkapi, elaborada en oro, con diamantes, esmeraldas y piedras preciosas  y el "Harén", en donde  vivía el sultán, su familia y  entre 500 y 800 mujeres. Yo no puedo con una!!!!! Con 500 me vuelvo loco! Cuentan que el sultán salía a su balcón y  las doncellas comenzaban a pasear enfrente de él, a la que le dejara caer una flor era la afortunada de pasar con él la noche.

Al interior del Haren

Por su ubicación estratégica desde el Palacio se tiene una vista inmejorable del estrecho del Bósforo. Entrar en este maravilloso lugar es como entrar a un Palacio de Las Mil y una noches.

Puerta de la Acogida. Palacio Topkapi

Dentro del palacio se encuentra un salón  que guarda reliquias tan sagradas para los musulmanes como una de las puertas talladas de la Meca, un pelo de la barba de Mahoma, una huella de una sandalia del profeta y el bastón de David. Yo no sé si son auténticos o no, lo que sí se es que el lugar está impregnado de una energía y una fe religiosa brutales, muchos peregrinos de todo el mundo vienen a rezarle a estas reliquias. Un lugar fascinante. Están prohibidas las fotos.

En los jardines exteriores del Palacio se encuentra el "Museo Arqueológico" que tiene una colección de arqueología clásica, objetos de Estambul a lo largo del tiempo, de Troya y Anatolia. Me impresionó el sarcófago de Alejandro Magno.

Sarcófago de Alejandro Magno

Durante la época Bizantina se construyeron en la ciudad alrededor de 60 cisternas para que abastecieran de agua a la ciudad, sobre todo para estar preparados en caso de un asedio y tener suficientes reservas. De entre todas, sobresale la "Cisterna de la Basílica". A unos metros de Santa Sofia esta cisterna fue construida pensando en abastecer del vital líquido al "Gran Palacio de Constantinopla" (que hoy ya no existe). Es impresionante el contraste que existe entre el bullicio de la calle y la calma que se siente en la cisterna. El techo está sostenido por más de 300 columnas. Detalle imperdible son las dos columnas que tienen en su base el rostro de Medusa. La leyenda cuenta que se pusieron uno de cabeza y otro de lado para anular sus poderes, que dejaban petrificado a quien la mirara.



Estambul huele a kebab y a especias. Su gente hace vida en los mercados, los puestos están llenos de coloridas verduras, frutas, especias y frutos secos.Además del Gran Bazar y del Bazar de las especias (visitas obligadas aunque muy turísticas) varios mercaditos se esconden en diferentes barrios populares, en donde los puestos me parecieron más auténticos. Los turcos son buena gente, honrada y amable. Son buenos mercaderes y comerciantes y hablan varios idiomas. Reconocen de inmediato la nacionalidad de su potencial cliente y saben como tratarlo para encandilarlo y que compre algo.

Bazar de las especias

Indispensable resulta recorrer el estrecho del Bósforo y tener así una visión diferente de la ciudad, además de poder visitar el lado asiático. Hay un sin fin de empresas que ofrecen los viajes por crucero. A mí me ayudó la gente del hotel para hacer la reservación. Pasaron por mí al hotel. El recorrido incluía primero recorrer el Cuerno de Oro y después el Bósforo . Nos detuvimos en Kanlica del lado asiático y comí el famoso yogurt con miel, que la verdad no me gustó. La vista de la ciudad desde el barco es impresionante. A orillas del Bósforo se ven unas mansiones espectaculares. Me explicaron que el 97% del territorio turco está en Asia y el 60% de la población total de Estambul, vive del lado asiático y todos los días se mueve al lado europeo para trabajar. El viaje se detuvo en Kiz Kulezi  una torre construida en una isleta en la entrada del Bósforo que hoy funciona como café y restaurante.

        Paseo por el Bósforo. Palacio de Dolmabahce al fondo

Salirte de la ciudad y poder apreciarla  desde lejos en su total magnitud es una de las más hermosas postales que he visto en  mi vida.



Otro lugar emblemático de la ciudad es la plaza Taksim, ubicada en la parte europea, en la zona del mismo nombre, es considerada el corazón de la parte moderna de Estambul. Es famosa por ser el punto de partida de muchas manifestaciones políticas que no han terminado de forma pacífica. Zona repleta de bares, restaurantes y muchos comercios. Yo caminé por la famosa Avenida de la Independencia (Istiklal Caddesi)  agradable calle peatonal por donde también pasa el histórico tranvía. Recuerdo haberme metido a una pastelería y haber probado por primera vez en mi vida el tradicional baklava, (pastel turco) lo pedí sin saber lo que era, pero estaba recién horneado y esa fue la razón de que lo quisiera. A partir de ese momento el baklava me atrapó y me volví su fan!

Plaza Taksim

Y ya que estamos hablando de comida, obviamente no podían faltar mis recomendaciones gastronómicas. Cuatro en esta ocasión. No puede uno ir a Estambul y no comerse un kebab y para ellos tengo dos opciones. La primera es el restaurante Hamdi, recomendado por la gente del hotel como "El mejor lugar de kebabs de Estambul", el lugar es agradable, tiene una maravillosa vista del Cuerno de Oro, los kebabs muy buenos, pero está llenísimo!

Acá les dejo un videíto de la vista del cuerno de oro desde el Hamdi que tomé mientras esperaba para entrar:



La otra opción para comer kebab tiene que ser parado en la calle. Con ese sabor que solo los alimentos callejeros tienen. Además un chilango no puede decir que no se comió uno en la calle, sería como fallar a nuestra propia identidad. Definitivamente este kebab me gustó más. Lo pedí de cordero. Cualquier similitud con la taquería de cualquier esquina de nuestra ciudad es mera coincidencia.

Kebab callejero

Apartándome un poco de la comida tradicional turca y asesorado por la maravillosa gente de mi hotel, llegué al elegante restaurante "Anjelique" ( http://www.anjelique.com.tr/english/ ) en la zona de Örtaköy.  Considerado uno de los restaurantes más lujosos de Estambul, tanto la comida como la vista que tiene del Bósforo y del Bósforo Bridge no tienen madre. Pedí una ensalada de queso de cabra, un risotto de Langosta y un fondante de chocolate de postre. Todo simplemente espectacular. Un lugar bastante caro pero lo vale. Tienen un DJ residente que está mezclando música y ahí mismo te venden los CD's del lugar. Vale la pena la inversión. Gran lugar! Ya entrada la noche el lugar se convierte en un club así que la gente después de cenar se queda a echar el drink y a bailar hasta ser alcanzados por el amanecer.

Anjelique. Estambul


Saliendo de Anjelique en Örtaköy. Al fondo el Bósforo Bridge


Por último el restaurante "360" ( http://www.360istanbul.com/eng/index.html ). Ubicado en la zona de Beyoglú, ofrece además de un menú internacional bastante interesante y nada ostentoso, una de las mejores vistas de la ciudad y del Cuerno de Oro. Ampliamente recomendable el carpaccio de pulpo y de pez espada y el pulpo a las brasas. Después de cenar,  indispensable salir a la terraza a tomarse un Raki (licor anisado típico turco) o una buena cerveza Efes Pilsen y disfrutar de la maravillosa vista.







Hice un day trip a Efeso,  la experiencia en sí, amerita dedicarle un post completo así que lo escribiré y acá les pondré la liga.

Mi viaje a Estambul me marcó en muchos sentidos. Es una ciudad maravillosa, llena de contrastes, llena de historia. Única en el mundo por compartir dos continentes. Saberse parado en lo que fue la capital de varios imperios a lo largo del tiempo de verdad que impone. Pero más allá de todo eso, me quedo con la gente. Gente amable. Gente atenta. Gente que se esfuerza por darse a entender y entenderte. Gente con ganas de viajar y conocer el mundo. Gente trabajadora. Recuerdo mucho una plática que tuve con Kenan, el gerente de mi hotel, mientras me invitaba un café turco en la terraza. Me decía que admiraba mucho a Miguel Angel y que moría por conocer Italia y Francia, pero que la Unión Europea les ponía muchas trabas para darles la visa por no formar parte de la Comunidad Europea. Que necesitas tener mucho dinero o ser muy famoso para que te la den. Me contó que tenía trabajando 10 años en la industria turística, había empezado como mesero y así había conocido a su novia, a la que desde que vió por primera vez le dijo que iba a ser suya, fue bell boy, recepcionista y ahora ya era  Gerente General. No olvido la mirada en sus ojos y el orgullo que mostraba al contármelo y recuerdo que me dijo: "Me gusta mucho trabajar, en esta vida hay que hacerlo muy duro para lograr todo lo que uno quiere". Me dí cuenta que tenemos muchos estereotipos  por tontos. Antes de viajar mucha gente me dijo que tuviera cuidado, que podía ser peligroso, que se robaban  a las mujeres, que podía haber un atentado y tonterías por el estilo. Cosa curiosa,  Kenan me dijo que le daría miedo venir a México porque era muy inseguro y había leído en los periódicos respecto de la situación que vivía nuestro país. No cabe duda que tenemos que aprender a respetar y entender las diferencias culturales, religiosas y políticas pero creo firmemente que al final somos ciudadanos del mundo y en esencia somos lo mismo, sin importar el lugar  en donde te haya tocado aparecer en este planeta. Gracias Turquía por enseñarme tantas cosas. No por nada Napoleón Bonaparte dijo "Si la Tierra fuera un solo Estado, Estambul sería su capital"

Con mi amigo Kenan